Evita hacer fotografías con el modo “ojo de pez”
Las cámaras de acción,
por ejemplo, incluyen objetivos muy
angulares denominados “ojo de pez”pensados para captar el
máximo de imagen a su alrededor. El problema de estos objetivos es que acaban
deformando irremediablemente toda la captura. Evita en la medida de lo posible
este efecto si tu cámara cuenta con este objetivo acercándote lo máximo posible
a ella. La forma de tu cuerpo lo agradecerá.
Alza la cámara del smartphone por encima de tu cara
Un truco que, aunque no te des cuenta, es de los más usados por muchos
usuarios, es el de alzar
levemente el smartphone por encima de la cara para tomar
un mejor ángulo de nuestro rostro: parecerá menos redondo y tendremos un
aspecto más estilizado.
Busca la mejor luz posible
Aunque sea muy evidente mencionarlo, la
luz es la herramienta principal para obtener una
fotografía perfecta. Si estamos en exteriores, siempre es mejor fotografiarnos
con la luz dando en nuestra cara en lugar de con la luz dando en la cámara.
Siempre tenemos que buscar una fuente de luz que favorezca la visibilidad de
nuestro rostro.
Evita las muecas exageradas
“Poner morritos (trompas)” o forzar
demasiado los gestos o muecaspuede resultar contraproducente:
posiblemente salgamos mucho más feos. Hay que intentar ser lo más naturales
posibles o hacerlo de la forma más interesante posible. Si en un selfie salen
tres personas “mandando besos”, posiblemente el resultado sea un poco insulso.
Usa la mejor cámara de tu smartphone
Parece un consejo muy obvio, pero hemos de tener bastante en cuenta que la
calidad de la cámara con la que captemos el selfie determinará su resultado
final. Podemos recurrir sistemáticamente a tomar selfies con la cámara frontal
de nuestro smartphone y que, sin embargo, la cámara trasera ofrezca resultados
tremendamente superiores… con el simple sacrificio de girar el terminal.
Pruébalo.
Busca tu mejor ángulo
Puede que parezca innecesario, pero la realidad es que siempre es mejor
buscar nuestro lado más fotogénico, ya que nadie tiene una cara perfectamente
simétrica (sin ayuda de retoque fotográfico, claro). Si giramos levemente la
cara en dirección opuesta a la cámara, el resultado de la toma siempre será más
satisfactorio.
Evita las fotos ante el espejo
Otro de los malos usos a la hora de hacer un selfie es el de usar un espejo
(sobre todo el del baño o probador) para realizar la fotografía. Debemos evitar
esto en la medida de lo posible, ya que no solo nos puede dar problemas con los
reflejos o elementos que no queramos ver, sino que suele ofrecer resultados de
dudoso gusto.
Sonríe y sé tú mismo
El mejor truco para hacer un selfie perfecto es: sonreír y ser lo más
natural posible, sin tensiones. Reflejará mejor nuestra personalidad y saber
estar, ofrecerá una visión amable y resultará mucho más agradable para
cualquier espectador.